lunes, 9 de febrero de 2009

Si no es por no escribir...

Primera entrada del blog 2009...

Sí, ya sé lo que todos los que leáis este post pensáis. “Joder, después de tanto tiempo sin escribir ni una entrada, más vale que ésta valga la pena!!”

Y sí, yo también pienso lo mismo. Después de tanto tiempo sin escribir ni una línea, la presión de lo que vas a poner va en aumento. Te pasa algo gracioso y piensas en escribir una entrada en el blog, pero luego te dices ”después de más de un mes, para qué escribir una gilipollez cómo ésta?” y pasas, y lo dejas… hasta que te olvidas y hasta piensas en cerrar esta ventana a tu mundo… porque para qué escribir sobre tu vida? en el fondo no es más que un acto de adulación a tu ego y a tu vida. “Voy a escribir sobre lo que me pasa, que a la gente le interesa mucho”. Bueno, quizás sí, pero hombre, tampoco hace falta contar a los cuatro vientos lo feliz que eres y lo bien que te van las cosas… al menos yo, dejaría de leer lo que mi gran amigo escribe… y así que yo dejé de escribir lo que ni yo mismo leería… hasta que algunas personas empezaron a pedirme que actualizara mi blog, que lo tenía abandonado… y entonces te das cuenta de que, aunque lo lean un par de amigos de vez en cuando, vale la pena ir poniendo cuatro tonterías de vez en cuando… así que me he puesto manos a la obra y aquí estoy otra vez, intentando ser un poco chistoso y no escribir la misma porquería de siempre.

Si queréis leer un blog bueno de verdad, os recomiendo el siguiente:

http://pintofcarlingplease.blogspot.com/

Él sí que se lo curra, con sus videos, su estilo minimalista, sus fotos bien puestecitas, y no como mi blog, que da más pena que otra cosa de lo poco que entro…

Alejandro escribe sobre su vida en Londres, sobre cerveza, sobre fiesta, sobre música, y cómo no de su visita a Berlin, donde para bien o para mal yo tuve un papel protagonista. Así que me ahorro el escribir, y le paso el micrófono al experto. Leed la entrada del 2 de febrero en su blog, vale la pena!

Y supongo que ahora toca explicar un poco cómo me va todo no?

El invierno en Berlín es maravilloso. Justo después de llegar de vacaciones de Barcelona una ola de frío siberiano nos abrazó con todo su amor. Pasear por las grandes avenidas de la ciudad, en plena oscuridad a las cuatro de la tarde a menos quince grados envuelve esta ciudad en un aura fantasmagórica y bucólica que no hace más que inspirar versos de melancolía a los transeúntes. Esa sería una manera de expresarlo… pero lo que realmente me hizo sentir a mi fue el replantearme qué estoy haciendo en una ciudad con tanto frío y tan poca luz. Entre eso, el nefasto trato recibido en la oficina de tráfico de Berlin (la verdad es que no me lo imagino distinto en España, pero al menos hablarían el mismo idioma que yo), la mala experiencia con la BVG, transportes metropolitanos de Berlin (estas dos historias se merecen una entrada a parte), y la impotencia de no entender nada de lo que te dicen, parecía que había pisado mierda en alguna parte. Por suerte el fin de año en Berlin es increíble, más fuegos artificiales que en San Juan y un festival de colores. Y a pesar del frío (en serio, quien se podía imaginar que en Berlin llegaríamos a -26…), la mala educación de los funcionarios, las multas por “colarse” en el metro y este idioma incomprensible, puedo decir que todavía no me he cansado de estar por aquí.

Y para colmo los proyectos en los que estoy asignado son en Budapest, Estocolmo, Derby, ciudad/pueblo perdido en medio de Inglaterra donde la canción de Placebo está más viva que en ningún otro sitio (always stays the same, nothing ever changes, english summer rain, seems to last for ages…) y ahora Polonia.

Ahí van unas fotos de Estocolmo, donde calor tampoco hace, pero que coño, es una ciudad preciosa, hasta en enero.

En fin, a un chico mediterráneo como yo, que le gusta el calor, la playa, las sardinas a la plancha, el gazpacho… ¿qué hago en Berlín? pues no lo sé. Quizás es el respirar historia cada vez que cruzas esa linea de adoquines que marca donde antes estaba el muro, quizás es la tolerancia que se respira en una ciudad donde el alcalde es gay, quizás es que soy masoquista, pero la verdad es que por mucho que eche de menos todo lo que tenía en Barcelona, no cambiaría por nada del mundo el tiempo que estoy pasando en Berlín, y dondequiera que este curro me lleve.

Y con esto, doy por inaugurada una nueva etapa en mi blog. El año 2009 empieza. Feliz año a todos!